lunes, 9 de septiembre de 2013

"El Heredero de Dohlien"

Hace ya mucho tiempo, en  las tierras de Dohlien gobernaban dos razas, los elfos y los magos. En las tierras de Dohlien  habitaban cualquier clase de criaturas y monstruos. Los hechiceros eran muy poderosos, no siempre eran amigables, en las tierras de Norgoth habitaba el mago obscuro, Galorix. Los magos no seguían ordenes de nadie, Galorix tenía dos hermanos, Scamander el mayor, mago de hielo y Arshak el menor mago de la sabiduría. Siglos atrás, Galorix traicionó a sus hermanos, para obtener el control de Norgoth eso ocasionó una gran batalla por el reinado de la tierra, Galorix ganó la batalla y los otros dos hermanos huyeron de Norgoth. Scamander huyó a los bosques del Éste. De Arshak  hubo varios rumores de su desaparición, pero ninguna cierta. Hubo rumores que Galorix lo había asesinado, pero en realidad nadie supo de él. Varios siglos después de la batalla, Dohlien se dividió en tres reinos, elfos, enanos y surgió una nueva raza, la de los hombres. El rey de las montañas del norte, el rey Bohr, era el rey de los enanos. En los bosques verdes de Gorlim gobernaba el rey Galathil, rey de los elfos. Y  por último en las tierras de Benduril el rey Aldor, rey de los hombres. Aldor resurgió la raza del hombre,  siempre traía puesto un casco de caballero, según decían porque tenía el rostro destrozado después de la batalla de Benduril, pero nadie sabía la verdad. Tenía un hijo llamado Alatar, heredero al trono. El rey era muy sabio pero el problema que tenía era un vicio o más bien una enfermedad con el poder, ese vicio también se lo pasó a su hijo, pero además de siempre querer más, Alatar era muy egoísta y convenenciero, aunque era el hijo del rey, a nadie en el reino le caía bien.
Cada rey de Dohlien tenía su propio reino, su propio castillo y su propia riqueza, excepto el reino de los hombres. Los enanos tenían minas llenas de oro y plata, los elfos tenían el mejor acero de Dohlien para forjar espadas y además eran inmortales. Aldor no podía soportar que los demás tuvieran más que él y sobretodo siempre quería que su hijo tuviera todo para que siempre estuviera feliz, entonces empezó a robar riquezas de los otros reinos para así hacer feliz a Alatar y demostrar que la raza de los hombres era la más fuerte y poderosa de todo Dohlien.
A pesar de que era todavía un niño, Alatar ahora que tenía tanta riqueza no se conformaba con nada, entonces le pidió a su padre que ya no quería riquezas ahora quería un reino completo. Aldor no podía decirle que no a su hijo, entonces tenía que formar un ejército lo bastante grande y fuerte para invadir a un reino. El rey fue a Norgoth, fue con Galorix para proponerle un trato que no podía rechazar, si lo ayudaba a formar el ejército le daría gran parte de las riqueza del reino. Galorix aceptó el trato y formaron el ejército más grande de todo Dohlien  Y así fue como empezó la invasión de Galorix, primero fue el reino de los enanos en las montañas, el rey Bohr no pudo resistir al enorme ejército de Aldor y Galorix.  Después fueron invadidos los elfos, aunque tuvieran las mejores espadas de Dunedain no pudieron vencer a los brujos. Al tener bajo su poder los  tres reinos, Aldor era el más poderoso de todo Dohlien,  Galorix trató de manipular su mente, el rey no cedió, provocando que el brujo lo traicionara. Ahora todos los reinos estaban bajo el poder de Galorix.
Los enanos fueron desterrados de sus minas y montañas y huyeron hacia las viejas ruinas de Ázuldur. Los elfos huyeron del bosque de Gorlim y fueron hacia las colinas de Gunbad. Alatar era el encargado de la raza de los hombres pero como a todos les caía mal, no confiaban en él y no le hicieron caso, dejándolo solo. El heredero de Benduril huyó al único lugar donde los magos no podían llegar,  las montañas de Fenebor, donde habitaban los gigantes de piedra.
Los gigantes eran las criaturas más sabias de Dohlien después de los magos. Alatar estaba atónito, no sabía que iba hacer, no sabía pelear ni cuidarse por sí mismo. Se sentía solo y con mucho frío, se dio cuenta que el poder y la riqueza no lo era todo, lo único que le quedaba hacer era esconderse de la magia negra de Galorix. Se escondió en una pequeña cueva para calentarse, se acostó y de repente escucho un ruido como un crujido, se levantó y se dio cuenta que estaba encima de un gigante. Salió corriendo de la cueva, el gigante lo persiguió hasta que lo atrapó.

“¿Qué clase de criatura eres?”, preguntó el gigante.

“Hombre, soy un hombre”, respondió Alatar asustado.

“No conozco a la criatura “hombre”, pero al menos no pareces un brujo”, dijo el gigante.

El gigante soltó al niño, le preguntó que hacía por ahí, Alatar le dijo que su reino fue invadido por los brujos y Galorix traicionó a su padre.

“¿Qué vas hacer ahora niño?”, preguntó el gigante.

“No puedo hacer nada, solo esconderme”, respondió Alatar.

“¿Nada, eres el heredero al trono y no vas hacer nada?, creo que tu padre estaría muy decepcionado de ti muchacho”, le dijo el gigante.

“¿Qué puedo hacer, si en todos lados hay hechiceros?, pregunto Alatar.
“Busca a Scamanader en el bosque del Este, él sabrá que hacer, confío en ti muchacho, sé que puedes salvar a Dohlien como el gran rey de Benduril lo hizo hace tiempo”, le dijo el gigante.

Alatar bajó la montaña y fue en busca del mago Scamander. El bosque del Este estaba al otro lado de Dohlien  pasando las colinas de Gunbad. Caminó un largo tramo, después paró y se puso a descansar un poco, se acostó e hizo una fogata para el frío. Alatar se durmió y de repente escuchó una voz en su cabeza:

“Las raíces no se ven,
Y es más alta que un árbol.
Arriba y arriba sube,
Y sin embargo no crece”.

Despertó de inmediato, pensó que la voz que había escuchado había sido de un sueño, después de bajar toda la montaña escuchó la misma voz de nuevo. De pronto escuchó un ruido fuerte proveniente de la montaña, era una avalancha. Corrió lo más rápido que pudo para que la avalancha no le cayera encima, se metió en una pequeña grieta que encontró y así la avalancha no le cayó encima. Terminó la avalancha y siguió caminando, ya estaba muy cerca de las colinas de Gunbad.
Caminó por un largo tramo y a lo lejos vio unas ruinas, al parecer abandonadas. Entró a las ruinas, eran muy grandes, estaban iluminadas con varias antorchas. De pronto escuchó la voz otra vez:

“No puedes verla ni sentirla
Y ocupa todos los huecos;
No puedes olerla ni oírla
Está detrás de los astros,
Y está al pie de las colinas,
Llega primero y se queda;
Mata risas y acaba vidas”.

De repente se apagaron las antorchas, Alatar se quedó en la obscuridad, sintió miedo y empezó a escuchar ruidos por todas partes ya que no veía nada por lo obscuro que estaba. De pronto se encendieron las antorchas y aparecieron varios enanos, lo ataron y le taparon sus ojos. Lo llevaron con su líder, lo aventaron hacia el suelo y luego le destaparon los ojos, enfrente de Alatar estaba el gran rey de los enanos, el rey Bohr.
“¿Qué haces rondando por aquí hijo de Aldor?, ¿qué no sabes que esta es nuestra tierra?, ya que tu padre nos traicionó y nos desterró de nuestras montañas”, dijo Bohr.
“Iba en camino para buscar a Scamander”, dijo Alatar.
Bohr se empezó a reír a carcajadas, dijo que lo iba a torturar hasta que muriera, Alatar le explicó que necesitaba su ayuda para combatir a Galorix y acabar con los brujos. Bohr no le creyó ni una palabra, prepararon el arma para torturarlo de pronto alguien dijo: “Yo le creo”. Era el hijo de Borh, era Ghama. El rey se quedó sin palabras, Ghama le dijo que él lo iba acompañar a buscar a Scamander. Bohr no lo podía creer, pero al fin de todo dejó ir a Alatar y que lo acompañara su hijo.
Alatar ahora tenía compañía, llegaron a las colinas de Gunbad, estaba lleno de árboles muy altos, luego escucharon unos crujidos de hojas, de pronto salió disparada una flecha que casi le da a Ghama. Salieron corriendo, y siguieron disparando flechas, Alatar pensaba que habían sido emboscados por algunos cazadores, de repente saltó un elfo enfrente de los dos apuntándoles con un arco.

“Si mueven un dedo, los aniquilo”, dijo el elfo.

Los llevaron con su líder, pasaron las colinas de Gunbad caminando y llegaron a donde estaba su rey, el rey Galathil.

“¿Qué hace el hijo de Aldor y un enano en nuestras tierras?”, dijo Galathil.

“Venimos de camino, vamos en busca de Scamander el mago, su majestad”, dijo Alatar.

El rey se les quedó mirando por un instante y luego Alator les dijo que necesitaban su ayuda para derrotar a Galorix y recuperar los tres reinos. Galathil no confiaba en él, pero se dio cuenta que era la única oportunidad que les quedaba y les mandó a su general Hurinthil para protegerlos. Se fueron de las colinas de Gunbad y llegaron al bosque del Este.
El bosque estaba lleno de telarañas y arboles muy negros casi muertos, Hurinthil se disculpó por haberles apuntado con un arco, Alatar y Ghama aceptaron la disculpa y siguieron caminando. Alatar les dijo que a veces escuchaba una voz en su cabeza, Ghama le preguntó que tal vez era por el cansancio, Hurinthil le dijo que seguro era el mago Scamander tratando de decirte algo importante. Luego Alatar escuchó la voz de nuevo:

“Canta sin voz,
Vuela sin alas,
Sin dientes muerde,
Sin boca habla”.

De pronto sopló un viento muy fuerte que los sacó volando a los tres, y justo cuando cayeron, enfrente de ellos estaba Scamander. Los tres se quedaron atónitos, el mago sonrío y les dijo:

“Yo pensé que solo iba venir el heredero de Benduril”.

Scamander los levantó con su magia, y les contó que iban hacer. Les dijo:

“Galorix está en Norgoth encerrado en su castillo, pero si queremos atacarlo primero tendremos que pasar por todos los brujos que lo resguardan y he escuchado que tiene bajo su comando a un  numeroso ejército”.

Reunieron a un ejército conformado por elfos, enanos y pocos hombres para combatir a los brujos de Galorix, llegaron a Norgoth y ya los esperaba todo un ejército de magos. Empezó la batalla, los hechiceros sobrepasaban por mucho en número, de pronto llegaron gigantes de piedra para combatir a los brujos. El ejército de Alatar estaba ganando la batalla cuando de repente escuchó otra vez la voz:

 “Treinta caballos blancos
En una sierra colorada.
Primero mordisquean,
Luego machacan,
Y luego descansan”.

Alatar volteó hacia arriba y vio los dientes de un dragón a punto de morderlo, lo esquivó y le cortó la cabeza. Galorix se apareció en la batalla y combatió contra el ejército de Alatar, fue derrotado. El bien había triunfado, solo quedaba  Galorix con vida, Ghama quería matarlo, pero Alatar se lo negó y le perdonó la vida, pero el brujo no soportó la derrota y se suicido. El bien había triunfado, los hechiceros de magia negra habían sido derrotados y los tres reinos se recuperaron.
Alatar fue coronado como “el heredero de Dohlien"  por haberlos salvado, en la coronación estaban los tres reyes de los reinos.  Fue a donde estaba Scamander y le dijo:

“Gracias por todo, sin tus sabias palabras dentro de mi cabeza no hubiera sobrevivido, de verdad muchas gracias Scamander”.

Scamander no sabía de qué hablaba Alatar, de pronto se escuchó una voz entre el público presente.

“De nada, mi querido rey”.

Alatar volteó a donde escuchó la voz y era un mago.
“No puede ser, hermano estás vivo”, dijo Scamander.

Se dieron un abrazo y luego Alatar le preguntó:

“¿Quién es usted?”

“Tu padre”, respondió.

Alatar se quedó atónito, no entendía como su padre era un mago. Su padre le explicó:

“Galorix nos traicionó y huí de Norgoth, tenía que esconderme de los brujos, entonces decidí mezclarme con la raza de los hombres, fui un líder para ellos y después de recuperar las tierras de Benduril me nombraron rey, pero no podía dejar que Galorix me encontrara por eso es que siempre usaba el casco”.

Alatar se quedó sin palabras, de pronto abrazó a su padre, la gente aplaudió. Y gritaron:

“¡Larga vida a los reyes!”

 Dunedain se había salvado, los tres reinos se rescataron, los reyes hicieron las paces y el mal desapareció para siempre en las tierras de Dohlien.  Alatar nunca más volvió a robar riquezas de los demás y aprendió a ser humilde con su gente, y su padre nunca más volvió a ponerse un casco.

“Devora todas las cosas:
Aves, bestias, plantas y flores;
Roe el hierro, muerde el acero,
Y pulveriza la peña compactada;
Mata reyes, arruina ciudades
Y derriba las más altas montañas”.

La historia del heredero de Dohlien jamás será olvidada…aunque el tiempo siga su marcha.


Fin.



viernes, 6 de septiembre de 2013

"Shadow Star: Planeta de Sombras"

Es el año 2073, el planeta Tierra sigue con vida, el mundo ha evolucionado, la tecnología no tiene límites. La luna es el centro estelar para la Tierra, lo llaman “La Intersféra”, seres humanos ya pueden visitar nuevos planetas con ayuda de la tecnología aeronáutica. Cada año todos los continentes hacen una competición de inteligencia y habilidad para jóvenes soldados y el ganador viaja a la luna para conocer las instalaciones de “La Intersféra”. Este año el ganador fue Tom Bale proveniente del continente europeo. Tom está muy ansioso por viajar al espacio, el viaje dura 6 meses, y recorre toda la luna por medio de la nave tour. Tom llega al centro estelar, lo primero que hace es ver la Tierra desde donde está, es una vista impresionante y se queda atónito. Después se voltea y se encuentra con el encargado del centro estelar, el capitán Cruise.

“¿Cómo está soldado?”, pregunta.

“Muy bien señor, gracias”, responde el joven.

Tom recorre una parte de la luna, pasan 2 meses y en una noche le atrae la atención la sección para personal, que es donde está todo el comando. Entra y a los tres pasos lo detiene el comandante Walker, que fue nombrado apenas el día anterior el mejor soldado de toda “La Intersféra”. Al momento de salir de la sección, varias personas con guardaespaldas y traje entran a la puerta de al lado, que es el cuarto de reunión. El cuarto de reunión es donde cada año se reúnen todos los presidentes de cada país de la Tierra para solucionar un problema. A Tom le dio curiosidad conocer cuál era el problema, entonces ya cuando Walker lo dejó irse, corrió rápidamente hacia el cuarto sin que se diera cuenta. Entra y se esconde rápido para que nadie lo viera, a lo lejos escucha las voces de todos los presidentes, escucha diferentes idiomas, pero cuando reconoce el suyo escucha con atención.

“Hay una estrella muy cerca del planeta Tierra que nunca habíamos visto, pareciera como si hubiera aparecido de un día para otro”, dice el capitán Cruise.

Los presidentes concuerdan que van a mandar a varios escuadrones de diferentes continentes de la Tierra para que identifiquen el planeta y lo investiguen. Tom es serio pero dentro de él hay un enorme deseo de conocer cosas nuevas, y que mejor que conocer un planeta nuevo y desconocido. Bale sale del cuarto y se encuentra justo enfrente a Walker, con cara de pocos amigos. Tom le suplica al comandante que lo dejen ir con los escuadrones.

“Solo puede ir personal autorizado, tu solo vienes de paseo, esto es serio muchacho, así que mejor ya no insistas y sigue disfrutando de tu paseo.”, le dice Walker con un tono poco desesperado.

Tom se va a su dormitorio para descansar, esta triste y decepcionado por no poder ir, en el camino se topa con un científico, de pelo blanco, barba larga y lentes. Esta cargando muchas cosas, como si se fuera ir de viaje, entonces pensó y se dio cuenta que él iba ir al planeta desconocido. Le pregunta si puede ir con él como asistente, y el científico le pregunta quién es él, le responde y le dice que él es el Dr. George Smith, pero todos le dicen Dr. Smith. Bale insiste en acompañarlo como asistente, el Dr. Smith no está muy seguro porque no conoce al muchacho, pero al fin de cuentas Tom convence al doctor diciéndole que no por algo ganó la competición a nivel mundial. Todos los escuadrones son llevados a la nave que va volar hacia el planeta, Tom y George llegan un poco tarde, Walker ve al muchacho que va a entrar a la nave, le pide que se retire pero el Dr. Smith le dice que está autorizado como su asistente, el comandante se queda atónito y los deja entrar.

Tom sube a la nave, se pone en posición para despeje, cierra los ojos y la nave sale disparada hacia el planeta desconocido. Tom le temé un poco a los viajes ya que siempre piensa en lo peor que puede suceder, pero se tranquiliza y se duerme. Despierta después de una larga siesta y desde su ventanilla ve el planeta, es pequeño, color verde. Se queda atónito por varios segundos, después aparece el comandante Walker, diciendo que primero van a bajar a checar si el aire del planeta no es tóxico y se puede respirar. Bajan 2 personas, checan con su medidor de oxígeno, se dan cuenta que el aire es respirable y bajan todos para poner el equipo y montar un campamento. Walker pide que se dividan en 3 grupos, para que cada quien vaya por su lado a inspeccionar su alrededor y antes del anochecer regresen al campamento. El Dr. Smith y Tom se van al grupo donde está el comandante para estar más seguros, Los grupos se separan y empiezan a caminar, todos los soldados portan un arma incluyendo al doctor, para ser precavidos porque no saben que pueden encontrar ni quién habita en este planeta.

El ambiente está lleno de flora pero hasta ahora ningún rastro de seres vivos, el grupo avanza, encabezado por Walker. Tom se empieza a cansar, se escuchan los crujidos de los arboles, el aire sopla cada vez más fuerte, luego de repente empieza a hacer mucho calor. El clima del planeta es de pronto muy extremo. Los soldados empiezan a desgastarse por el fuerte calor que hay, Tom y el Dr. Smith no aguantan el ritmo del escuadrón y se detienen por un instante. De repente Bale voltea y ve una árbol con una marca grande, es una forma de cruz hecha al parecer por unas garras, se asusta y empuja a George para alcanzar a los demás. El grupo descansa, ya casi oscurece, empieza a hacer mucho frío, todos los soldados se están congelando, entonces hacen una fogata. Walker decide que no pueden caminar de regreso al campamento de noche entonces decide dormir alrededor de la fogata, trata de comunicarse con los demás grupos por medio de su radio, pero no hay señal, piensa que tal vez esta en un lugar con mala transmisión.

Todos se acuestan, ya en la noche Tom se despierta porque tiene que ir al baño, el velador le dice que no se vaya muy lejos. Bale se aleja un poco de donde están todos, cuando de repente pisa algo duro, se da cuenta que es un cráneo,  de repente escucha un ruido a lo lejos, es como un sonido muy extraño. Intenta ver en la oscuridad si hay alguien, ve otro árbol con la misma cruz que había visto, cuando luego ve una sombra moviéndose entre los árboles, de pronto ve sus ojos brillando en la oscuridad, a primera vista parece una persona. Le empieza a hablar pero después escucha un sonido fuerte y sale corriendo de vuelta al campamento.

Llega al campamento todo asustado diciéndole al velador que vio algo, al parecer un ser vivo, el velador va a inspeccionar, armado. Ilumina su alrededor con una luz que identifica algún rastro de vida. La luz no detecta nada, y entonces el velador se voltea y de repente algo lo jala. Tom lo persigue a toda prisa, tratando de dispararle a quien esta jalando, el velador grita de dolor. Hasta que Tom le da un disparo que parece darle ocasionando que suelte al velador, lo ayuda a levantarse, y al momento que se levanta el velador, aparece por detrás una sombra. Tom se da cuenta que la sombra se está acercando, empieza a disparar desesperadamente a cualquier lado, y por accidente una bala da en el pecho del velador. Tom se queda paralizado, desaparece la sombra, se queda mirando al hombre que acaba de matar, grita por ayuda. Llegan los soldados y se quedan sin palabras, Walker le pregunta a Tom que paso. Pero no le responde, sigue en shock, después empieza hablar lentamente.

“Algo nos atacó, no se exactamente que fue pero vi su sombra”, dice Tom.

“¿Solo viste su sombra, soldado?, ¿qué la luz no identificó ningún rastro de ser vivo?, pregunta Walker.

Bale se queda atónito, no sabe que responder. Llega el Dr. Smith para revisar el cuerpo y ver si puede encontrar rastros de alguna mordedura o algo de un animal. Walker les pide a los soldados que revisen el perímetro, el doctor encuentra algo, un disparo en el pecho. Saca la bala del cuerpo y Walker se da cuenta que es el mismo tipo de bala que portan sus armas.

“¿Tu lo mataste soldado?, pregunta Walker.

Tom se queda paralizado, no le sale ninguna palabra de su boca. Walker ordena que lo lleven de vuelta a “La Intersféra” para ser juzgado por homicidio. Agarran a Tom de los brazos y lo llevan hacia el campamento donde está la nave, empieza a gritar que no está loco, que en verdad vio algo. El Dr. Smith le dice a Walker que tal vez Tom tenga razón, o tal vez fue un accidente, el comandante se voltea y le dice:

”Yo esto a cargo no tu, y no voy a obedecer órdenes de un científico loco”.

Walker también pidió que se llevaran al Smith de vuelta a la luna. En el camino al campamento, Tom empieza a escuchar otra vez el mismo sonido extraño, les dice a los que lo están agarrando que escuchen, los soldados no le hacen caso. Tom enfurece y pide que sean más compasivos y escuchen los sonidos, un soldado le dice que el sonido proviene del crujido de los árboles. Tom se queda mudo, y piensa si en verdad es el sonido de los árboles.

"Perdiste la cabeza soldado, creo que tendrás que tomar terapia”, le dice un soldado.

Ya casi llegan al campamento, de pronto Bale ve otra cruz, pero ahora en varios árboles, le dice a los soldados que las vean pero no le hacen caso, de repente empieza a ver varias sombras entre los árboles, les avisa a los soldados. Dejan de caminar y los dos soldados se ponen a inspeccionar si hay algo, sacan su luz para verificar que no haya nada, no detecta nada su instrumento de luz y siguen su camino. Tom les suplica que no confíen más en una maquina vacía que en un ser vivo de su propia especie. Los soldados se hartan y le dan un fuerte golpe en la cara que lo deja inconsciente.

Llegan al campamento y no hay nadie, los soldados creen que se fueron con los otros grupos. Suben a la nave, les atan las manos a Tom y a George y despejan hacia “La Intersféra”. En el transcurso del viaje el Dr. Smith le pregunta a Bale:

“¿Es cierto que tu mataste al velador?, ¿En realidad si viste esas sombras o solo fue para justificarte?”.

Tom voltea a ver al científico, y le dice:

“Mi ojos no mienten, yo menos”.

“Tal vez lo imaginaste todo por lo cansado que estabas Tom, tal vez la muerte del velador fue un accidente y no te diste cuenta”, dijo George.

La nave aterriza en el centro estelar, llevan a Tom y a George a la corte.  En el camino se topan con el capitán Cruise que se dirige hacia la nave.

“¿A dónde va capitán?, le pregunta George.

“A darles un aviso importante a los soldados que siguen en el planeta”, responde Cruise.

“¿Qué aviso?”, pregunta Tom.

“Nuestra tecnología, o cualquier instrumento que use electricidad nuestra no sirve en el planeta donde están. Así que discúlpenme, tengo que avisarles de inmediato”, responde Cruise con prisa.

El capitán se marcha al planeta desconocido. Tomas y George antes de entrar a la corte se dicen:

“Que gracioso que entre más y mejor tecnología tengamos, más inútiles nos volvemos”, dice George.

“Ojala el ser humano se dé cuenta pronto que la tecnología sigue progresando, pero nosotros seguimos estancándonos”, dice Tom.

Entran los dos a la corte, el juez los mira con unos ojos que dan miedo. Después de escuchar la explicación del capitán Cruise, Tom ahora sabe que en verdad el planeta desconocido no estaba deshabitado, pero no tiene ninguna prueba entonces lo condenan por 10 años de prisión. Ahora el único quien puede sacar de prisión a Tom es el capitán, ya que cuando regrese tendrá pruebas de que las sombras que vio Bale sí son reales.

Pasan tres días y el capitán no llega, después de cinco días llega la nave. Pero solo baja un soldado, está herido y empieza a gritar como un lunático:

“¡Muertos, muertos todos, las sombras son reales!”

Todos en el centro estelar se quedan sorprendidos, Tom grita exigiendo su libertad pero nadie le hace caso. Los presidentes acuerdan en mandar una bomba al planeta, destruyen el planeta desconocido y el capitán Cruise no regresó. Tom sin ninguna evidencia o prueba de su libertad, se tendrá que quedar en la prisión durante 10 años. La tecnología costó su vida.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

"El Laberinto del Dragón"

Marco era un chico egoísta y rebelde, no le iba muy bien en la escuela, incluso reprobó año. Tenía una mamá cariñosa y amorosa, que se quedó viuda después de la muerte de su esposo, padre de Marco. El niño era una persona que no apreciaba las cosas que tenía e incluso despreciaba el amor que le daba su madre. Un día después de terminar la escuela, cabe decir que ese mismo día habían dado la boleta, Marco llegó a su casa contento porque lo habían invitado a la fiesta de una niña que le gustaba, no estaba enojado por las calificaciones. Le entregó la boleta a su mamá para que la firmara, la madre se enojó con el por sus pésimas notas y le pregunto porque había sacado malas calificaciones. Marco le respondió que fue culpa de los maestros, que no saben dar clases. La mamá se enfureció y decidió castigarlo no dejándolo ir a la fiesta, Marco explotó de enojo y la insultó diciéndole malas palabras. Le dijo que ojala ella hubiera fallecido en vez de su padre, la mamá soltó unas lagrimas y le dio una bofetada. Marco se fue a encerrar al sótano, donde solo había unas cajas y un viejo sofá. Empezó a llorar de coraje y tristeza, pasó un rato, cuando de repente escuchó unos pequeños golpecitos debajo de él, como si el sofá le estuviera pegando esos golpecitos. Se levantó del sofá asustado, empezó a escuchar los golpes de nuevo, y se dio cuenta que provenían del sofá. Se acerco a él, quitó los cojines de encima y de repente vio un hoyo. Estaba atónito, observó de nuevo para ver lo que había visto era real, vio en el hoyo unas escaleras muy largas, decidió bajarlas.

Cuando bajó las escaleras, encontró un túnel delante de él, no se veía nada porque estaba muy oscuro, lo atravesó y de pronto apareció una luz brillante que lo cegó por unos segundos. Abrió los ojos y encontró un hermoso paisaje, lleno de árboles y colinas. Estaba que no se la creía, caminó unos cuantos pasos cuando de la nada apareció un unicornio que se lo llevó por accidente, Marco estaba asustado. El unicornio siguió corriendo hasta que se levantó y dejó caer a Marco al suelo. Se quedó adolorido y empezó a escuchar una voz que le dijo: “¿Estás bien muchacho?”. Era un anciano con barba café y pelo largo. Marco le respondió que estaba bien, le preguntó quién era, y el anciano le respondió: “Me llamo Javier”. Le dio las gracias por levantarlo del suelo y luego se iba presentar pero lo interrumpió Javier diciéndole que ya sabía quién era. “Eres Marco, ya lo sabía”, le dijo Javier. Marco se quedó sorprendido, le pregunto cómo sabía su nombre. Javier le respondió: “Lo leí en el grabado de tu playera”. Sonrió y le preguntó en donde estaba, Javier le respondió esta estaba en el cielo. Marco le preguntó asustado si ya se había muerto, Javier se empezó a reír, le dijo una broma. Le dijo que todas sus preguntas iban a ser contestadas por el mago de la sabiduría, entonces fueron con él. Llegaron a la cabaña del mago y cuando entró Marco se dio cuenta que el mago mismo era su propio padre, se dieron un gran abrazo, y le preguntó a su padre que si no había muerto, el padre le contestó que él siempre ha estado a su lado. Sorprendido y feliz Marco le preguntó si había alguna manera de poder salir de ahí y regresar con su madre. El padre le dijo que la única forma de salir era por la puerta de plata que estaba pasando las grandes colinas, pero para abrir la puerta primero necesitaban encontrar la llave, la cual estaba en el laberinto del dragón.  Entonces los tres se encaminaron hacia el laberinto.

Cuando llegaron, vieron a un gran dragón parado enfrente del laberinto, que les dijo que solo tenían podía pasar una persona y les dio un reloj de arena. “Si el tiempo del reloj acaba, el que entró ya no puede salir”, dijo el dragón. Marco estaba muy confiado de encontrar la llave, entonces decidió ser él quien iba ir por la llave, Javier le prometió que si encontraba esa llave le iba dar su pluma de la suerte. Marco sonrió y les aseguró que no iba tener ningún problema en encontrar la llave. Su papá le recordó que siempre iba estar a su lado, y luego Marco entró al laberinto del dragón. Estaba oscuro y hacía mucho frío, se sentía como si todo lo que había ahí era tristeza y dolor. Marco empezó a avanzar más rápido, no había ningún ruido mas que el soplido del viento, el laberinto estaba hecho de rocas, de pronto encontró un letrero que decía: “Nos interesan los demás cuando se interesan por nosotros”. Marco se quedó pensando por varios minutos, y siguió caminando, de pronto apareció un duende que le pidió ayuda porque su amigo estaba atascado en unas rocas. Marco no quería perder tiempo del reloj y siguió caminando, pero luego lo pensó dos veces y fue a ayudar al duende, le quitó todas las rocas de encima y el duende le dio las gracias.

Siguió caminando y se volvió a encontrar otro letrero que decía: "Es peor no querer aprender que no saber”. Marco no entendió lo que quiso decir el letrero y siguió su camino, después delante de él había 2 caminos, uno  tenía un letrero que decía que era el camino más corto pero el más peligroso, y el otro decía el camino más largo pero más seguro. Marco decidió irse con lo más sencillo sin importar el peligro porque le daba más flojera irse por el largo, entonces caminó y luego el camino se empezó hacer más peligroso porque cada vez el camino se hacía más delgado por donde podías caminar. El camino se cortó y había una cuerda para poder cruzar, Marco saltó y la cuerda se rompió pero se agarró de una roca y no cayó. Al ver que el camino era muy peligroso prefirió regresarse e irse por el camino seguro aunque fuera más largo el tramo.

Ya faltaba poco para encontrar la llave, siguió caminando, ya estaba muy cansado, el tiempo del reloj se estaba agotando, y con sus últimas fuerzas que le quedaban siguió caminando. Otra vez se encontró otro letrero que decía: “Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas”. Siguió caminando ya casi sin fuerzas, y a lo lejos vio una llave dorada y enfrente de ella estaba la puerta de plata. Corrió por la llave y de repente apareció el dragón, le dijo que nadie lo puede pasar porque todos le tienen miedo. Marco le dijo que no le tenía miedo, pero en realidad si le tenía. El dragón empezó a escupirle fuego y aventarle piedras, Marco estaba herido, y quedaba poco tiempo. El dragón le lanzó una piedra enorme que iba justo directo a él, y antes de que le cayera encima Marco cerró sus ojos y gritó: “¡Tu ganas, en realidad si te tengo mucho miedo!”. Abrió sus ojos y no había nada enfrente de él, el dragón había desaparecido, la llave tampoco estaba, ya no sabía qué hacer estaba desesperado. De pronto escuchó la voz de su padre: “Desde el principio has llevado contigo la llave, solo que no te habías dado cuenta porque tú mismo la habías ocultado con tu egoísmo y tus mentiras”. Marco se quedó pensando por un momento. De repente apareció su padre que la llave está en su corazón, entonces se dio cuenta que no existía tal llave, quedaba poco tiempo en el reloj, la puerta estaba cerca, corrió hacia ella. La puerta se estaba cerrando, Marco le gritó a su padre que viniera con él para estar unidos otra vez como familia, el padre le dijo que siempre va estar con él, el laberinto empezó a colapsarse. 

Marco se aventó hacia la puerta y justo después caer adentro de la puerta... despertó con el grito de su madre: “Marco la cena está servida”. Marco estaba en su viejo sofá en el sótano de su casa, se puso a pensar que todo lo había soñado. Subió a cenar con su madre, y se disculpó con ella, le dijo que nunca más le iba a faltar al respeto y que iba subir sus calificaciones. Los dos se sentaron a cenar y la madre le preguntó: “¿Marco de donde sacaste esa pluma?”, Marco no comprendió lo que le preguntó, “La pluma que está en el bolsillo de tu playera” le dijo su madre. Marco miró su bolsillo y estaba la pluma de la suerte. “¿Donde la conseguiste?”, le preguntó la mamá y Marco le respondió: “Es un largo sueño”.