Es evidente que Stephen Hawking sufrió mucho durante varias
etapas de su vida. No obstante, la fuerza y la determinación del físico teórico
y cosmólogo lo han llevado a convertirse en un genio en la astrofísica y una de
las mentes más brillantes en la historia.
“La Teoría del Todo”, está basada en la novela escrita por
Jane Hawking, la primera esposa de Stephen. Dirigida por el documentalista
James Marsh, y cabe destacar la gran adaptación de Anthony McCarten. Muchos
fans de Hawking esperan ver en éste filme una inmersión total y absoluta en la
ciencia trascendental de Stephen, déjenme adelantarles que ésta cinta no es el
caso. Ya que el tronco de la narración está en la historia de amor entre
Stephen (Eddie Redmayne) y Jane Hawking (Felicity Jones).
Ésta película nos narra la historia de Hawking desde que es
un vital, optimista y “raro” estudiante de Cambridge hasta que es recibido en
audiencia por la reina de Inglaterra. Durante este periodo de tiempo también
presenciamos el romance que tiene con Jane, los síntomas degenerativos de su
enfermedad, su diagnóstico, su evolución, su doctorado en Cambridge, la
redacción de su libro "Una breve historia del tiempo" y su éxito y
relevancia a nivel mundial y científico. Todos estos acontecimientos del filme
se afectan entre ellos, y están genialmente interconectados.
Todo comienza en 1963, cuando Stephen atiende a la
Universidad de Cambridge, para un doctorado de física. Pero antes de mencionar la
investigación de Hawking, éste conoce a
Jane en una pequeña fiesta, la cual termina cuando Jane se tiene que ir sin
antes darle su teléfono a Stephen. De ahí en adelante vemos al genio buscar su
tesis del doctorado, y de vez en cuando reunirse con Jane. Tras atender a una
plática impartida por el famoso matemático Roger Penrose, sobre la singularidad
espaciotemporal. Stephen tiene la brillante idea de investigar y profundizar la
teoría de la relatividad general de Einstein. Llevándolo así a crear varios
teoremas de singularidad que proveen una serie de condiciones suficientes para
la existencia de una singularidad espaciotemporal en el espacio-tiempo.
“La Teoría del Todo” tiene varios aspectos fundamentales, los
cuales le otorgan un lugar más que merecido entre las películas más notables
del 2014. Partiendo del estupendo guión de Anthony McCarten, un trabajo muy
acorde a la novela y una narración simple y bien escrita. Gracias al guión, la
audiencia puede experimentar los sentimientos que tiene Stephen durante los 120
minutos de película, desde la felicidad de su matrimonio, sus hijos, su trabajo
en Cambridge, a la rabia de no poder vivir su vida plenamente con su familia y
no disfrutar de aquellos momentos en los que solo podía quedarse sentado
mientras veía los años pasar y no poddía sentir el amor familiar.
La sobresaliente fotografía de Benoît Delhomme también merece
ser digna de mención. La muy buena elección de planos y tomas son los aspectos
que hacen de la fotografía en la película, un trabajo que resalte en
calidad. Ya que la cinta tiene muy buen
trabajo técnico, me gustaría mencionar el excelente y sublime trabajo del
compositor Jòhann Jòhannsson. Quien compone un score que ensambla a la
perfección en los momentos más importantes del filme, etiquetándolo así como
una de las mejores bandas sonoras del año.
No podía cerrar esta reseña sin antes reconocer el asombroso
trabajo de Eddie Redmayne, al igual que la buena actuación de Felicity Jones. Desde
el inicio de la película Eddie logra retratar perfectamente a un Stephen
Hawking bondadoso y tierno. A pesar de
las dificultades físicas del genio de la astrofísica, Eddie ofrece una empatía
y una complicidad inusual en un personaje, y su transformación física es una de
las mejores que he visto en el cine. Lo conseguido por Redmayne en ésta cinta
es difícil de lograr, un retrato prácticamente
inalcanzable .
“La Teoría del Todo” es un ‘biopic’ muy bien hecho. Un
trabajo audiovisual que resalta por sus aportaciones técnicas, pero eso no
significa que sea una película mala, al contrario, hace mucho que no hacían un ‘biopic’
de calidad. Marsh logra junto con McCarter, Eddie Redmayne, Jòhann Jòhannsson y
Benoît Delhomme un trabajo que
indudablemente reconoce el gran aporte que hizo Hawking no solo a la
astrofísica sino a la humanidad en sí. Demostrándole al mundo que si tu cuerpo
te limita, no debes dejar que tu mente también lo haga. En el trabajo de
Redmayne y Felicity Jones está la verdadera fuerza de esta historia de amor que
trasciende el tiempo y el espacio.