La cinta “Relatos Salvajes” , dirigida y escrita
por Damián Szifrón, consta de seis historias ambientadas en distintos
escenarios, pero en todas ellas se alternan la intriga, la comedia y la
violencia. Soñar, imaginar, crear, estas son algunas de las características que
tiene un cineasta. Damián Szifrón es un cineasta que hace de cada historia una
montaña rusa, creando un trabajo audiovisual apabullante y no te puedes
despegar del asiento sin saber qué va a pasar después. Se podría decir que es
una película de terror, pero no del terror del cual nos hemos acostumbrado. Ya
que en este filme no hay seres sobrenaturales,
zombies, o muñecos poseídos. Aquí son personajes de carne y hueso cuya
vida pende de un hilo.
Cada uno de los personajes
tiene ciertas circunstancias que los llevan a efectuar actos que ni ellos
mismos se hubieran pensado en llevarlas a cabo. Szifrón hace de cada historia
un cuento estructurado, como un viejo relato: presentación, desarrollo y
desenlace. Cada episodio mantiene un nivel de intriga y al mismo tiempo
mantiene la comedia muy negra. Y qué decir de las actuaciones de Ricardo Darín,
Leonardo Sbaraglia, María Marull, Darío Grandinetti y Érica Rivas, simplemente magníficas
interpretaciones. Cada uno de ellos juegan con la adrenalina e intentan enmendar
las cosas cuando la justicia no aparece y no es porque tarda en llegar, es porque
nunca aparece.
Szifrón nos crea seis
escenarios llenos de tensión, sorpresa, humor negro, tragedia, venganza, es lo
que hace de esta película desatar y jugar con los temores del espectador. No me gustaría contar qué sucede en cada uno
de las seis historias, ya que eso le quitaría lo divertido y lo intrínseco a
cada relato. Pero sí me gustaría contar acerca del denominador común que viene
inherentemente en cada una de las historias,
la violencia. En la película se manifiesta una en particular pero
reflejada de diferente manera. De manera contenida, escondida, en el cinismo y
en la hipocresía moral.
En su trabajo técnico la
cinta tampoco defrauda ya que la fotografía es bastante buena, y cabe destacar
la edición que mantiene el mismo nivel de tensión en cada uno de los seis
relatos. La música compuesta por Gustavo Santaolalla se hace notar en la
película, ya que logra capturar para cada episodio su ADN y en ese acto le dio
una muy buena ambientación al trabajo audiovisual.
“Relatos Salvajes” abre y cierra el telón con un estallido.
Después de ver el filme me doy cuenta que la vida puede cambiar en cualquier segundo
y que te puedes topar con las puertas del infierno a la vuelta de la esquina.
Esta cinta explora los sentimientos más profundos que en un momento de extrema
presión pueden llegar a traicionarnos.
Al ver la película les
aseguro que se van a identificar con más de un personaje, y se pondrán a pensar
en todas esas veces en las que han tenido el pensamiento de cometer un acto de
venganza, pero luego no nos atrevemos porque nos damos cuenta de las terribles
consecuencias que pueden conllevar nuestros actos.
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