Sé que piensas que suenas ridícula cuando llamas mi nombre. Pero lo oigo en mi cabeza todo el día. Me doy cuenta que sólo me estoy aferrando a la esperanza de que quizá tus sentimientos no se vean. La semilla de toda esta indecisión no soy yo, créeme. Porque yo me decidí hace mucho tiempo. Pero esa es la manera en la cual parece ir, al intentar desesperadamente conseguir algo real.
Da la sensación de que sólo voy hacia atrás. Pero todo mi ser me dice: "Adelante". Me hago ilusiones otra vez.
Pasan las estrellas, pero nunca se empalman, no hay esa explosión cósmica que mueven los planetas del universo. No logro comprender. Tantas caricias, los momentos juntos, los secretos revelados, todo parece ser un juego para ti. Tal vez, todo esté en mi cabeza, todo moldeado por mis anhelos y sueños. Sigo preso en esta cárcel, compartiendo celda con mi ilusión. El tiempo determinará nuestro destino.
Da la sensación de que sólo voy hacia atrás. Pero todo mi ser me dice: "Adelante". Me hago ilusiones otra vez.
Contigo al lado me siento a salvo, todo el miedo se desvanece como arena en desierto. Tu resplandor ilumina mi sol cada mañana, no quiero que esa luz se apague. Las nubes llegan, crean sombras que poco a poco nublan mi vista. Gotas de agua caen, el cielo se torna gris, es un ambiente que desconozco y la incertidumbre se apodera de mí. No obstante, tú te mantienes ecuánime. Como si dicho lugar ya lo conocieras, te veo indiferente.
Durante la tormenta, algunos rayos de luz se abren camino entre las nubes obscuras. Es cuando tu belleza distrae a mi conciencia, y me vuelvo a perder en tus ojos marrón.
Y me hago ilusiones otra vez...
