jueves, 12 de febrero de 2015

Whiplash: "A Ritmo Electrizante"

Íntimo, aguerrido, dinámico, arriesgado y desbordante de pasión. “Whiplash” es una referencia del cine independiente. Damien Chazelle logra un excelso trabajo haciendo evidente su inmejorable talento para construir escenas manejando una tensión exquisita haciendo que el espectador le lata su corazón al ritmo de cada nota musical emergiendo de la pantalla grande.

El filme narra la historia de Andrew Neyman (Miles Teller) un joven baterista de jazz que estudia en la mejor escuela de música en E.U. y sueña con llegar a convertirse en uno de las grandes bateristas de todos tiempos. Cabe mencionar que es tanta la obsesión de trascender y tener éxito en la música que ni se permite tener una novia. Para llegar a la cima primero anhela ser elegido por Fletcher (J.K. Simmons) el director de orquesta de la escuela, quien mediante su agresivo y feroz método de enseñanza trata de transmitir sus conocimientos musicales. A lo largo de la cinta vemos una energía que hace mucho no veía en una película, esa energía que te mantiene un ritmo cardíaco muy alto. En el transcurso de la historia vemos como escena tras escena Andrew va perdiendo su humanidad con tal de seguir siendo el baterista titular de la orquesta de Fletcher. Como toda relación profesor-alumno, Andrew y Fletcher comienzan con el pie derecho, pero con el transcurso de la narrativa, el director sacará de Andrew toda esa pasión que brota en el escenario al tocar esa batería de una forma sublime. Pero es tanta la presión y tensión que hace que se desprendan los más temibles demonios de ambos lados, es ahí donde explota esa energía por hacer arte músical.

Como mencioné antes, lo que hace de esta película una de las mejores de la temporada es su energía. Desde el aspecto técnico, los planos simples y elegantes, los over-shoulder, y los close up a los protagonistas, hace que el público experimente lo que siente el personaje. Su electrizante música nos hace tomar esa fabulosa montaña rusa musical, que nos transmite esa misma energía con la cual toca Andrew. Su magnífico guión que te mantiene en una dirección que pareciera que no puede cambiar de rumbo pero el gran trabajo de Chazelle nos re-direcciona y hace de la narrativa una muy buena. Y para cerrar con broche de oro, la actuación espléndidamente ejecutada por J.K. Simmons, quien mantiene durante las dos horas una temible y excelsa interpretación. Cabe resaltar la buena actuación de Miles Teller, una revelación para el cine estadounidense, yo diría que  es una de las caras más refrescantes de la generación de jóvenes actores.


“Whiplash” es una cinta apasionante, divertida e inspiradora que indudablemente te dejará llevar por las notas musicales  y te hará sentir la misma energía con la cual Chazelle y compañía hicieron de esta película una joya.

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