lunes, 9 de noviembre de 2015

Spectre: "El arma británica de la seducción un tanto oxidada"

Desde que se dio la inesperada noticia de que Sam Mendes y compañía iban a venir a México para filmar unas escenas para la vigésimo cuarta entrega de James Bond, causó mucha sensación y mucha expectativa.

“Spectre”, nos narra la misión secreta que James Bond, interpretado por el británico Daniel Craig, decide emprender tras haber recibido un críptico mensaje del pasado, enviándolo así a México D.F.  para encontrar al hombre que piensa hacer de nuestra ciudad puros escombros al querer volar un estadio. A partir de ahí, se encadena una serie de eventos que llevaran a Bond a recorrer diferentes ciudades alrededor del mundo, incluyendo Roma, Londres, y Oujda, con el fin de acabar con Blofeld (Christoph Waltz) el líder de una siniestra organización conocida como “Spectre”.

Esta nueva entrega del agente secreto, entregada por el director ganador al Oscar, Sam Mendes, sigue la línea de sus predecesoras al contarnos una historia plagada de acción, mujeres atractivas, persecución en autos, lanchas, avionetas y no podía faltar toda la tecnología que ayudara a Bond a cumplir su misión. No obstante, la película no logra mantenernos sumergidos en la trama de la historia. Lo cual conlleva a que el filme se alargue y se vuelva un poco lento.

 La cinta empieza muy bien, con un ritmo vertiginoso, mostrándonos la magia que tiene el director de fotografía Hoyte van Hoytema con la escena inicial en el Zócalo de México, filmada en plano secuencia. Después de un principio que nos mantiene pegado a la butaca, la historia baja de intensidad y ciertamente nunca vemos ese toque dramático lo que conlleva a que la cinta sea emocionalmente rígida, algo que no es de nuestro agrado después de ver que funcionara con su antecesora “Skyfall”.  Y si el guión ya está dictaminado de esa manera, los diálogos de los protagonistas terminaron siendo medio vacíos sin ninguna carga emocional, lo cual afectó mucho al filme. De por sí Daniel Craig es un James Bond muy serio y frío, ahora con este discurso narrativo, el agente secreto pierde mucho peso en la historia.


Respecto al demás elenco, no podríamos quedarnos menos conformes con la actuación del antagonista de esta entrega, Christoph Waltz. Nos ofrece una actuación un tanto escasa, ya que después de verlo en grandiosos papeles de villano en algunas películas de Tarantino, uno entra a la sala con expectativas muy altas, lo cual puede repercutir tal y como pasó en esta nueva entrega de James Bond. Y pasando al trabajo femenino,  Léa Seydoux, la chica Bond de esta secuela no termina de convencer. Como que no hay esa conexión entre Léa y Craig, por lo tanto no vemos esa relación entusiasmada al verse inmersa en la acción. 
 
En aspectos técnicos el filme no defrauda para nada, y gran parte del mérito lo tiene el cinematógrafo Hoyte van Hoytema, quien nos regala unas secuencias de acción con un manejo de cámara bastante bueno. Lo que el pega al filme es que el argumento narrativo no está a la altura de su predecesora. Muchos se quejaron de “Skyfall” por que pecaba de solemnidad, de que se tomó muy en serio, lo cual le dio un aire muy interesante a la saga 007, sin embargo en “Spectre”, Sam Mendes decide volver al esquema burlón e irreverente de Pierce Brosnan.


“Spectre” nos queda a deber, en torno al contenido narrativo, centrándose completamente en sus escenas de acción, dejando en segundo plano el desarrollo argumentativo del filme y de sus personajes. La nueva aventura de James Bond abre con una secuencia memorable para nosotros como mexicanos, pero con el correr de los minutos y con el transcurso de la floja narrativa, se pierde en el tumulto de las explosiones y balas, perdiendo así su inspiración.






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