lunes, 27 de junio de 2016

Vicio Estelar

Silencio...

A veces llora mi piel cuando se empaña de anhelo, y se infla mi mente con tantos recuerdos que ya no puedo dormir. En la alfombra de tus sueños soy el rayo vagabundo. Quiero mirarte a los ojos, pero no puedo, eres un vicio que me duele. Todas las noches duermo en la cuna de tu corazón, oigo tu palpitar, veo las estrellas que parecen eternas.

Silencio...

La tranquilidad llega, las olas se apaciguan. Siento frío, no estás conmigo. Sólo está la luna y luceros que iluminan y llenan mi vacío. Paredes desnudas, sábanas rígidas, mi cuerpo se congela. Te lo digo desde el alma y con el corazón abierto, me haces tanta falta.

Siempre confiaste en todo lo que soñé. Me cuidaste y me guiaste hasta aquí. Entre tus alas carmín y en tu mirada pasiva de si. En el regazo de tu piel me dejo llevar al sol, es que no hay nadie como tú que me haga sentir así. Cuando te acercas se acelera mi motor, se calienta mi pudor y el volcán hace erupción. Me hago fuego y me vuelvo a consumir.

Silencio...

No me abandones más. Dame sólo un beso que me alcance hasta morir.




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